Inspirado en Las dos Fridas
23 abr 2006
12 abr 2006
…Cada promesa es una amenaza; cada pérdida, un encuentro. De los miedos nacen los corajes; y de las dudas, las certezas.
Los sueños anuncian otra realidad posible y los delirios, otra razón.
Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. La identidad no es una pieza de museo, quietecita en la vitrina, sino la siempre asombrosa síntesis de las contradicciones nuestras de cada día.
En esa fe, fugitiva, creo. Me resulta la única fe digna de confianza, por lo mucho que se parece al bicho humano, jodido pero sagrado, y a la loca aventura de vivir en el mundo.
Eduardo Galeano , “El libro de los abrazos”.
Los sueños anuncian otra realidad posible y los delirios, otra razón.
Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. La identidad no es una pieza de museo, quietecita en la vitrina, sino la siempre asombrosa síntesis de las contradicciones nuestras de cada día.
En esa fe, fugitiva, creo. Me resulta la única fe digna de confianza, por lo mucho que se parece al bicho humano, jodido pero sagrado, y a la loca aventura de vivir en el mundo.
Eduardo Galeano , “El libro de los abrazos”.
13 feb 2006
Culpa
Yo era un pequeño acontecimiento que nunca ocurrió. Por mi causa dejaron de ocurrir muchas cosas, algunas de ellas importantes. Y me vi en la triste situación de asumir esa abrumadora responsabilidad. ¿Cómo se me pudo haber ocurrido no ocurrir? Esto fue algo en lo que no pensé, simplemente salió así. Después, cuando me cayeron encima todas esas quejas de las cosas importantes, traté de ocurrir, y efectivamente, con gran esfuerzo, ocurrí. Gracias a esto, o mejor dicho, por desgracia, ocurrieron muchas cosas terriblemente importantes que ojalá nunca hubieran ocurrido, y que también me echaron la culpa. En fin, no es fácil.
Nuni Sarmiento
Yo era un pequeño acontecimiento que nunca ocurrió. Por mi causa dejaron de ocurrir muchas cosas, algunas de ellas importantes. Y me vi en la triste situación de asumir esa abrumadora responsabilidad. ¿Cómo se me pudo haber ocurrido no ocurrir? Esto fue algo en lo que no pensé, simplemente salió así. Después, cuando me cayeron encima todas esas quejas de las cosas importantes, traté de ocurrir, y efectivamente, con gran esfuerzo, ocurrí. Gracias a esto, o mejor dicho, por desgracia, ocurrieron muchas cosas terriblemente importantes que ojalá nunca hubieran ocurrido, y que también me echaron la culpa. En fin, no es fácil.
Nuni Sarmiento
6 oct 2005
Por muy alta que sea una montaña, no sobrepasa su propia cúspide.
Quien ríe último, de la desgracia ajena, ríe mejor.
Aun viéndote sucia y borracha, me arrodillo para nombrarte: “¡Madre!”
Quise conocerme a mi mismo. Cuando me hallé, estaba muy cambiado.
El que nada desea, es sospechoso.
El espíritu del virtuoso es como un espejo. Te miras en él y puedes peinarte.
En el mundo hay Bondad y Maldad. Justicia e Injusticia. Árboles y tortugas. Hay muchas cosas.
Para el Sabio no existe la riqueza. Para el Virtuoso no existe el poder. Y para el Poderoso no existen ni el Sabio ni el Virtuoso.
Te regalaría las estrellas, pero te has empecinado en un par de zapatos.
Reparad en ese pato que corre. Reparad en aquel cordero que trisca. Reparad esa cerca que huyen los animalitos.
Si dices que lo tienes en un puño… muy pequeño ha de ser tu enemigo!
Haz el mal sin mirar a cuál.
¡Desdichado el mendigo que no conoce el placer de dar!
El ciego, al lavarse la cara, se reconoce.
Cuando alcancé la Sabiduría, ella me miró y dijo: “Ya me alcanza cualquiera”.
Lo llamaron científico, estadista y pensador. Pero nunca fue tan feliz como cuando lo llamaron “Bichi”.
Roberto Fontanarrosa, “El mayor de mis defectos y otros cuentos”. 1990.
Quien ríe último, de la desgracia ajena, ríe mejor.
Aun viéndote sucia y borracha, me arrodillo para nombrarte: “¡Madre!”
Quise conocerme a mi mismo. Cuando me hallé, estaba muy cambiado.
El que nada desea, es sospechoso.
El espíritu del virtuoso es como un espejo. Te miras en él y puedes peinarte.
En el mundo hay Bondad y Maldad. Justicia e Injusticia. Árboles y tortugas. Hay muchas cosas.
Para el Sabio no existe la riqueza. Para el Virtuoso no existe el poder. Y para el Poderoso no existen ni el Sabio ni el Virtuoso.
Te regalaría las estrellas, pero te has empecinado en un par de zapatos.
Reparad en ese pato que corre. Reparad en aquel cordero que trisca. Reparad esa cerca que huyen los animalitos.
Si dices que lo tienes en un puño… muy pequeño ha de ser tu enemigo!
Haz el mal sin mirar a cuál.
¡Desdichado el mendigo que no conoce el placer de dar!
El ciego, al lavarse la cara, se reconoce.
Cuando alcancé la Sabiduría, ella me miró y dijo: “Ya me alcanza cualquiera”.
Lo llamaron científico, estadista y pensador. Pero nunca fue tan feliz como cuando lo llamaron “Bichi”.
Roberto Fontanarrosa, “El mayor de mis defectos y otros cuentos”. 1990.
12 abr 2005
10 dic 2004
Se retira hacia el fondo de sí mismo a pensar lo poca cosa que es. Tal vez se vuelve al árbol que le sugiere un gesto. Al cabo de una hora, es la arena más bien quien le influye. Indolente.
Recuerda un viejo amor. Se cree bien conservado a pesar del olvido y la sangre agolpada sobre su corazón. No estaría tan inerme si tuviera un amigo: por ejemplo un guijarro, un ave moribunda, una colina cálida.
Cierra primero un ojo, luego el otro, escrutándose con furor. No descubre nada fundamental en sus pulmones ni en sus almas, que se quita una detrás de otra, igual que sus camisas.
Toda serenidad le parece una ofensa.
Alain Bosquet
Recuerda un viejo amor. Se cree bien conservado a pesar del olvido y la sangre agolpada sobre su corazón. No estaría tan inerme si tuviera un amigo: por ejemplo un guijarro, un ave moribunda, una colina cálida.
Cierra primero un ojo, luego el otro, escrutándose con furor. No descubre nada fundamental en sus pulmones ni en sus almas, que se quita una detrás de otra, igual que sus camisas.
Toda serenidad le parece una ofensa.
Alain Bosquet
15 sept 2004
Infinito II
Debe condenarse a la purificación por el fuego a quien se jacte de haber obtenido una imagen visual del infinito, a menos que pueda probarlo, o que no se encuentre leña de buena calidad, ya que el humo daña los ojos de Su Majestad, empeñada en obtener una imagen visual del infinito.
En la silla de ruedas
Tía Petra se finge paralítica para vivir en su silla de ruedas, tapada con una manta escocesa que oculta sus patas de cabra, su cola de pez, su mitad serpiente. Los sobrinos le quitamos la manta mientras dormía y vimos las dos piernas de niño, pequeñas y delgadas, que siempre se pone para dormir.
Mago que cree en su magia
El mago conoce todos sus trucos y sin embargo cree en su propia magia, al punto de intentar el vuelo muchas veces. Con varios huesos rotos pero la ilusión intacta, sabe que estar vivo es un milagro y se lo atribuye alegremente.
Ana María Shua.
Debe condenarse a la purificación por el fuego a quien se jacte de haber obtenido una imagen visual del infinito, a menos que pueda probarlo, o que no se encuentre leña de buena calidad, ya que el humo daña los ojos de Su Majestad, empeñada en obtener una imagen visual del infinito.
En la silla de ruedas
Tía Petra se finge paralítica para vivir en su silla de ruedas, tapada con una manta escocesa que oculta sus patas de cabra, su cola de pez, su mitad serpiente. Los sobrinos le quitamos la manta mientras dormía y vimos las dos piernas de niño, pequeñas y delgadas, que siempre se pone para dormir.
Mago que cree en su magia
El mago conoce todos sus trucos y sin embargo cree en su propia magia, al punto de intentar el vuelo muchas veces. Con varios huesos rotos pero la ilusión intacta, sabe que estar vivo es un milagro y se lo atribuye alegremente.
Ana María Shua.
10 sept 2004
6 sept 2004
Gracias Mar por la idea
9 ago 2004
4 ago 2004
La furia de la belleza proviene de su pacto con lo siniestro; las fuerzas -que generan los mundos- se confrontan: eso es la eternidad. Me dijo: "Haz la luz." Y la luz se hizo palabra con cada sol y la trinidad: ausencia, maldición, destino.
Cantan los niños: Los ojos no son leales; si el sufrimiento usurpa nuestras murallas, habremos de guardar alguna reserva. La risa también puede ser reina de relámpagos.
Fragmentos de "Aguirre y El Pez", de Daniel Rubén Mourelle.
Dedicado a la Golden Trilliza.
Cantan los niños: Los ojos no son leales; si el sufrimiento usurpa nuestras murallas, habremos de guardar alguna reserva. La risa también puede ser reina de relámpagos.
Fragmentos de "Aguirre y El Pez", de Daniel Rubén Mourelle.
Dedicado a la Golden Trilliza.
1 ago 2004
A pesar de la evolución tecnológica y estética de la cual seremos testigos durante este siglo, estoy casi seguro de que hay cosas que seguirán existiendo por mucho tiempo y funcionando de la misma manera:
• El paraguas y su esqueleto de pulpo.
• La válvula flotador de la cisterna de los inodoros que siempre se rompe.
• El cortaúñas.
• Los cordones de los zapatos.
Y esto continuará así durante mucho tiempo más, a menos que las grandes potencias se dejen de joder con las bombas, los viajes a Marte y los teléfonos celulares y comprendan que la humanidad depende de ellos para progresar verdaderamente. No se puede tolerar que en pleno siglo XXI aun no podamos mandarle un holograma a la abuela ni tampoco predecir con anticipación cuando va a llover. Estoy indignado, quiero un auto que vuele.
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