1 ago 2004

 
 A pesar de la evolución tecnológica y estética de la cual seremos testigos durante este siglo, estoy casi seguro de que hay cosas que seguirán existiendo por mucho tiempo y funcionando de la misma manera:

• El paraguas y su esqueleto de pulpo.
• La válvula flotador de la cisterna de los inodoros que siempre se rompe.
• El cortaúñas.
• Los cordones de los zapatos.

Y esto continuará así durante mucho tiempo más, a menos que las grandes potencias se dejen de joder con las bombas, los viajes a Marte y los teléfonos celulares y comprendan que la humanidad depende de ellos para progresar verdaderamente. No se puede tolerar que en pleno siglo XXI aun no podamos mandarle un holograma a la abuela ni tampoco predecir con anticipación cuando va a llover. Estoy indignado, quiero un auto que vuele.

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