2 oct 2003

El Tiempo

Nunca me planteé seriamente el tiempo, su flexibilidad y su relación con mi paz.
Adoro que el tiempo sea compañero mí­o de descanso. Me gusta mirar a la gente seguida de su reloj, mientras el mí­o se olvida de darse cuerda.
¿A donde corren las personas?, ¿No se dan cuenta que se están suicidado?
Ahora mi reloj duerme, no hables no hagas ruido, me esta regalando la vida que yo le debo.
Yo le acaricio y le canto nanas.
Míralo, que feliz duerme, me ha prometido que si soy feliz será eterno, que serán mis risas las que inviertan el sentido de sus saetas.
El muy pillo sabe que no podrá mantener la sonrisa que llevo.

*Autor desconocido

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