28 ene 2004

26 ene 2004

23 ene 2004

19 ene 2004

El Dolina del Mes

La señorita Claudia le pregunta a Ferro:
—¿Quién fundó la ciudad de Asunción?
Ferro lo ignora y lo confiesa. La maestra intenta por otros rumbos.
—Tissot.
—No sé, señorita.
—Rossi.
Silencio. El ambiente se pone pesado porque quizá la señorita Claudia enseñó aquello el día anterior.
—Maldonado.
Nada. Claudia frunce el ceño y ensaya unos reproches generales.
Frezza, el tano Frezza, lo sabe de algún modo misterioso. Es extraño el camino que siguen las nociones: suelen alojarse donde menos se lo piensa.
—Nuñez. López. Dall'Asta.
Tampoco. Frezza espera, sobrador, sin levantar la mano. Cosa de manyaorejas, piensa.
La señorita Claudia se dirige a las niñas y pronuncia el nombre amado. Frezza está muy lejos para soplar y la morocha que lo enloquece no puede contestar. De pronto, la maestra lo mira.
—Frezza.
Y el niño taura, que tal vez necesita anotarse un poroto, se levanta, mira hacia el banco de la morocha y dice casi triunfal:
—No lo sé.
Si es que nadie lo sabe estará bien no saberlo. Frezza se sienta y se oye entonces, como en una horrible blasfemia, la voz de Campos, injuriosa:
—¡Juan de Salazar!
Pasaron los años. La morocha no conoció el amor de Frezza ni tampoco su gesto elegante y generoso. Si alguien califica estas lecciones en alguna Libreta Celeste, Frezza tendrá un nueve. Y si ni siquiera existe esa Libreta, entonces tendrá un diez.

10 ene 2004

9 ene 2004

8 ene 2004

Irreversible

Caminaba por la avenida Jujuy y se me aparece Doc. Brown en el DeLorean y me invita a viajar a través del tiempo. Primer destino Estadio Velez Sarsfield, febrero del 1981. Disfrutamos del recital de Queen, charlamos con Freddy y le advertimos sobre su futura enfermedad. Continuamos rumbo a Nueva York. 7 de diciembre de 1980. Mark Chapman cruzando la calle, acelero y sin querer lo atropello. Muerte instantánea. Seguimos. 1987, visitamos al rey del pop y logramos convencerlo de que su rostro está perfecto. Boston, 21 de junio. Sentados en primera fila disfrutamos del golazo del Diego a Grecia. Luego del partido saludos y prevenciones pertinentes. Regresamos a Buenos Aires para reunirme comigo mismo versión 88. Nadie me reconoce excepto mi pequeño yo, que se encuentra en cama a causa de la varicela. Aprovecho el mágico momento, arriesgándome a un posible caos de espacio-tiempo sólo para aconsejarle: “No te arranqués la cascarita de la nariz porque te va a quedar un agujerito”. Regreso al presente. Freddy Mercury y Lennon igual se murieron. A Maradona le dió positivo y obviamente yo no evité rascarme y la cicatriz perdura. En cambio Michael Jackson jamás volvió a operarse la cara pero sigue apareciendo en todos los noticiarios y nadie le cree.